Caracol

(Gastropoda)

Biología:

Los caracoles forman parte de los moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral que contiene cal y que puede presentar diferentes formas. Algunas especies de caracoles carecen de concha (babosas). Estos moluscos poseen una especie de superficie ancha para arrastrarse en forma de pie, que utilizan junto con el mucus para sus movimientos. En la cabeza tienen un par de tentáculos cortos y un par de tentáculos largos retráctiles, en cuya punta se encuentran los ojos. Los caracoles que viven en el campo y son animales bisexuales (hermafroditas.) y para vivir necesitan entornos húmedos. Por ello, solo son activos con tiempo húmedo y principalmente por la noche. Durante el día y en periodos secos se esconden en la tierra húmeda, debajo de piedras, en hierbas altas, etc.

 

Daños:

Los caracoles se alimentan de partes de las plantas más variadas. Necesitan una gran ingestión de alimento y pueden provocar graves daños en los campos de cultivo, en plantas ornamentales y en huertos hasta provocar incluso una defoliación total.

En horticultura, aparecen como plagas sobre todo las babosas de las familias Arionidae (babosa gris grande) y Limacidae (babosa leopardo). Las especies más importantes son, junto a la babosa española, sobre todo la babosa gris grande (Deroceras reticulatum) y la babosa de jardín (Arion hortensis).

Las plagas de caracoles pueden darse especialmente en años muy húmedos y calurosos o en zonas con mucha humedad.