Cucaracha alemana

(Blattella germanica)

Biología:

La cucaracha alemana, también conocida como cucaracha rubia, es la especie más habitual en el norte de Europa. Mide entre 10 y 15 mm, es de color marrón amarillento y posee dos líneas longitudinales negras en el pronoto. Ambos sexos poseen alas largas, pero no pueden volar. La hembra pone 20-40 huevos en una ooteca, que transporta consigo hasta poco antes de la eclosión de las ninfas y a la que proporciona humedad y alimento.

Las ninfas oscuras, al principio del tamaño de una cabeza de alfiler, son muy similares a los adultos, pero no poseen alas. Su desarrollo hasta convertirse en insectos adultos dura de 2 a 3 meses. Como a todas las cucarachas, a esta especie le encantan los escondrijos húmedos y oscuros. Son muy activas durante el atardecer y la noche y por este motivo pasan desapercibidas durante mucho tiempo. Es habitual encontrarlas en cocinas grandes, panaderías, centros comerciales, mataderos, restaurantes, piscinas, saunas y hospitales. La cucaracha alemana puede sobrevivir largos períodos sin ingestión de alimento (más de un mes).

Se trata de insectos con predilección por el calor y por ello su actividad se reduce por debajo de los 12 °C. Las cápsulas de huevos de la cucaracha alemana pueden, no obstante, soportar temperaturas hasta - 22 °C sin que ello afecte a las ninfas que se desarrollan en su interior.

En el sur de Alemania han podido observarse en los últimos años cucarachas silvestres (Ectobius sp.) de aspecto muy similar al de la cucaracha alemana penetrando en casas, que a menudo se confunden con esta última. Sin embargo, se trata de insectos que no ocasionan realmente ningún daño, al contrario que la cucaracha alemana, ya que perecen al cabo de pocos días y no se multiplican en las casas. Estas cucarachas silvestres pueden distinguirse de la cucaracha alemana entre otros detalles porque el disco de su pronoto no presenta líneas longitudinales de color oscuro.

 

Daños:

El daño es idéntico al ocasionado por otras especies de cucarachas.

No obstante, la cucaracha alemana no es solo una plaga de riesgo para la salud e infecciosa, sino también un potencial peligro como plaga para los materiales. Los equipos electrónicos se ven afectados en particular, ya que estos insectos tienden a penetrar en ellos en busca de escondrijos cálidos, como dentro de ordenadores, pudiendo provocar así serios desperfectos.